Pandilleros, dísece de la lacra social huachafa y alienada cuya única razón de ser es fregar la vida de todos aquellos que nos ganamos el pan honradamente. Los pandilleros se movilizan por la ciudad en manadas de quince a veinte, puesto que les da miedito estar solos, especialmente de noche, e individualmente no podrían asaltar ni a una anciana en silla de ruedas. Los lugares comunes de reunión para esta especie son los estadios de futbol, las polladas bailables, los puentes cerca al río, y las esquinas de cualquier barrio con bodega.
Vestimenta
La vestimenta pandillera ha ido cambiando con los años y las modas juveniles. Antiguamente se veían como Pedro Navaja, ahora se ven así:
Como podemos apreciar con este espécimen, han llevado el estilo reguetonero y hip hop a unos límites de huachafería extremos, difícil de sorportar para cualquiera con un mínimo de sentido estético. Los elementos indispensables son: casaca con capucha (aunque estén en la playa), de un peso mayor a cuatro kilos, preferiblemente estampada con santos; bermudas (indispensables para correr rápido después de arrancar una cartera), o en su defecto, buzos de educación física; en la parte superior se suele llevar camisetas del equipo preferido o un polo tan huachafo como la casaca; también son aceptados accesorios como lentes de sol, gorras NY, pistolas de juguete, etc. Por supuesto, cada una de las prendas deben ser por lo menos dos veces más grandes que su usuario
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